martes, 7 de noviembre de 2017

A Rafael Rodríguez

SÁBADO, 16 DE SEPTIEMBRE DE 2017 | 7:52 0 Sobre Rafael Rodríguez Jiménez MARGARITA MORENO BARRIOS CEIP VIRGEN DE LA CRUCES (EL GUIJO) Pedro, su gran amigo, me dijo justo ayer que a lo largo de la vida podemos conocer a muchas personas, pero que, de ellas, sólo unas cuantas serán realmente especiales; me comentaba, además, que da igual cuándo aparezcan pues lo realmente importante es que lleguen. Me remonto al curso escolar 2013/ 2014, pues empezábamos un proyecto de innovación llamado “comunidad de aprendizaje” en el que la apertura a la comunidad y la presencia de sueños compartidos eran su principal característica. Teníamos muchas ganas e ilusión y necesitábamos un voluntariado que nos apoyara. Teníamos la compañía de las familias, pero pensábamos que sería muy positivo que personas ajenas a nuestro alumnado nos enriquecieran con su experiencia; quién tendría la generosidad de venir cada semana era una gran incógnita. Una compañera del centro de profesorado me habló de la Cátedra Intergeneracional de la Universidad de Córdoba con su sede en Pozoblanco como una posibilidad y sin pensarlo dos veces me planté en una de sus clases. Diez minutos fueron suficientes para convencerles y seguro que no fue por los millones de ideas que se amontonaban en mi cabeza y que difícilmente podía explicar con la emoción del momento. Pepa, Juan de Dios, Manuel y tú lo tuvisteis claro desde el principio. Nunca imaginamos que vuestra magia también sería un regalo para las maestras, las familias, … En ocasiones me has animado a escribir en el periódico, pero no encontraba el momento o no venían las musas a visitarme. Lo que nunca imaginé amigo mío, es que de esta manera, tú serías mi motivo. Una escuela rural, un universo en El Guijo y tú Rafael Rodríguez Jiménez, cual Ingenioso Hidalgo don Quijote de Los Pedroches has cabalgado con nosotras y nosotros no sólo por los libros de la literatura clásica universal, mucho más allá de los capítulos leídos en las tertulias, has sido un modelo a seguir, un verdadero amigo, un valiente mucho más valioso que Ulises, Eneas, el Lazarillo o el Cid, porque con la verdad de tu experiencia nos has terminando conquistando y enseñando que con amor todo se puede. Tus historias y chascarrillos han llenado de color una comunidad de aprendizaje pequeña pero grande en sueños, los nuestros, los tuyos, esos que nos han llevado desde la Facultad de Ciencias de la Educación a la radio COPE en Pozoblanco, o desde la Delegación Provincial de Educación de Córdoba a donde hayamos visto una oportunidad para defender lo que considerabas justo, la escuela rural. Burkina Faso a través de ti y de la mano de César, nuestro querido misionero salesiano de Pozoblanco, nos ha mostrado la suerte inmensa que tenemos de vivir donde vivimos y la posibilidad de poder ayudar tanto con tan poco. Todas las experiencias eran pocas para ofrecérselas a tus niñas y niños del colegio y desde él, un agradecimiento enorme. Tu sencillez y humildad no querrían que éste fuese un homenaje por algo que hacías a corazón abierto, por eso lo dejaremos en que es sólo una forma más de que se hable de tu escuela, que eso sí sé que contaría con tu aprobación, ... para terminar sólo repetir un consejo suyo “cada día una cosa nueva que contar y si no un te quiero”, pues eso, Rafael, te queremos.

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